Es mi lugar favorito porque me gusta mucho la minería y este ecomuseo me encantó así que lo recomiendo a toda la gente que le guste la minería y a los que no les de mas por ella se lo recomiendo igual porque siempre esta bien conocer un poco mas sobre la cultura. Este esta situado en pleno corazón de la cuenca minera asturiana, en la parroquia de Ciaño. La visita al Ecomuseo Minero comienza con el viaje en tren. El tren asciende por el estrecho valle, donde convive el verde y espléndido paisaje natural de la región, con la huella que ha dejado la actividad minera después de más de un siglo de extracción. El río Samuño, junto al que pasa el tren, ha modelado este estrecho y profundo valle, de casi ocho kilómetros de longitud, que empieza en el punto más alto de Langreo. Fue inagurado en junio de 2013. Después de un kilómetro y cien metros de recorrido en superficie, el tren deja la luz natural y la mina lo absorbe por completo: acaba de entrar al Socavón Emilia, un antiguo transversal minero de novecientos ochenta metros longitud que desemboca en la primera planta del pozo San Luis, a 32 metros de profundidad, y que constituye el mayor recorrido ferroviario subterráneo, por una mina real, existente en España.
A lo largo de este kilómetro, el visitante conoce entre otras cosas, el sistema que sostenía las profundas galerías, el método utilizado para arrancar y transportar el carbón, los riesgos y condiciones de trabajo tenían los mineros, los aspectos técnicos mineros relativos a evacuación de las aguas, ventilación, sostenimiento y la propia iluminación. El recorrido en tren termina al final del socavón, en el embarque de la primera planta del pozo San Luis, a treinta y dos metros de profundidad. Un ascensor, que evoca las antiguas jaulas mineras, saca a la superficie a los pasajeros a través de la caña del pozo. Y una vez fuera, se visita el conjunto de edificios que forman el pozo San Luis.
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